
Un niño, un niña que aprende música está en una frecuencia que oscila entre su corazón y el universo. La gama de tonos posibles de comprender se equipara a la diferencia de los astros refractarios y los astros brillantes mas los opacos, entonces la luz tiene sentido porque el sonido es la misma onda oscilando a frecuencias más bajas y aparecen audibles, pero en ese trasfondo surgen como infinitas, como los actos...
















Solo pienso que tener la opción de la tradición y la música en la vida es tener el viento por aliado...