Hace más de 20 años fui invitado a grabar a Boca san Miguel, este es uno de mis enormes encuentos conmigo mismo, aqui una probadita.
Este video es una muestra de que es posible entender a través de los ojos y pensamiento de los hombres milenarios que habitan este espacio. Don Mario Vega narra en pocas palabras la vocación a que se asume: músico de corazón. Don Mario no se da cuenta a cuantas generaciones suyas ya ha transmitido su gusto e inspiración. Yo conte 4 hace 20 años, creo que ya pueden ir mas si contamos hacia arriba y hacia abajo.

Andrés Vega es hoy día uno de los viejos patriarcas de la tradición musical jarocha. Como lo fue su padre (don Mario Vega) o como lo fue el mismo Arcadio Hidalgo pocos años antes.
Boca San Miguel es la cuna de esta rama de tradición y como su escencia, nos posibilita a actuar como verdaderos inconformes con los tiempos modernos: tenemos raíz, somos escencia, podemos reconstruir la vida a partir de lo que creemos, somos entonces creadores de nuestro propio universo.

En la foto las 3 mujeres son personajes del son jarocho. La una nieta de don Mario (Martha Vega), de las otras dos mi cariño por llegar a ser verdaderas protectoras del son y el fandango.

Si miraron el video, Fredy es el adolescente que años depués aquí nos recibe en su casa y de Martha Vega.

La niña de Boca San Miguel es una especie de aparición que concurre al lente de mi cámara de forma sistemática. La gracia es un don, ella bailó toda la noche y seguía participando de todos los quehaceres hasta el otro día.

Una imagén de ese fandango tan sonado... Son las 4 am, y el fandango no tiene tiempo.

De nuevo, la niña de Boca aparece junto al río después de bailar como si nada por la mañana.