martes, 17 de noviembre de 2009

Huasteca, huasteca...

El viento frío de invierno hace que las garzas se arropen bajo el ramaje de los árboles. Desde hace tiempo he pensado y he tenido la sensación de que estos primeros aires gélidos de noviembre son los espíritus de los muertos que retornan en Xantolo. En una tradición antigua, los espíritus de nuestros muertos no solo llegan a alimentarse y recibir afectos humanos, sino que traen a la tierra la sustancia que hace germinar a las semillas y proveerá de alimentos a los vivos.

Una danza muy difundida en la Huasteca es "Los Negritos". Hoy en día los jóvenes que no han emigrado a las ciudades se encargan de continuarla en estos días de Xantolo. Pero no siempre encuentran quién les apoye a recrearla. Sin embargo, admiro esa tenacidad que surge de la identidad y respeto al entorno, a la vida, a la muerte, a la continuidad de un tiempo que no se acaba de ir y que amenaza con perpetuarse, de estos jovenes modernos,


No se porque la mujer de la danza Negros la llaman Malinche, pero asi le llaman y además no es mujer, sino hombre disfrazado, así lo exige la tradición. Lo lamentable del asunto es que casi nadie quiere hacer el papel. Sin embargo, hay antiguos bailadores que han reinventado el papel, como al que aqui aparece.








Don Tino, es un maestro violinista que toca en los funerales, bautizos, bodas. Los músicos son considerados en muchos pueblos como enlaces entre el cielo y la tierra, por eso en Xantolo tienen mucho trabajo. Por eso son tratados con cariño, cuidados y respetados. Los músicos tocan los sentimientos más profundos con sus notas, igual rememoran cualquier época, cualquier motivo existencial, cualquier reflexión. Don Tino es un músico que le toca a las semillas para que germinen, a los muertos que nos visitan, a los angelitos que se han marchado temprano.

Las lluvias, hacen por su parte lo suyo...

Otros músicos contemplan con rasgueos la tarde, como si no tuvieran con los sentimientos que me desbordan al amanecer.

Un niño pinta copales de barro.

Y el altar comienza a emerger de una noche sin electricidad...

y sin motores...

La mañana de invierno siempre es melancolica y reflexiva.

Unos días antes de Xantolo regresé a Citlaltépetl. Mis anfitriónes y amigos, Arturo Castillo Tristan y su esposa Blanca, me trasladarón a diversos lugares. La misión era tomar fotografías y entregar algunos ejemplares del video a quienes participaron en él: Fiesta y Música en Otontepec. Estas fotos son algunas de las resultantes.


2 comentarios:

  1. Gracias por estas imágenes que nos ayudan a acercarnos un poco mas a nuestras raices y tradiciones.

    ResponderEliminar
  2. Draga Antonio, vreau sa Va multumesc din suflet pentru acest blog: 1.pentru fotografii cu o valoare inestimabila care tin sa impartaseasca emotii, traditii si cultura tarii din care faceti parte, cit si a altor state; mai mult ca atit, impresionante sunt descrierile - avind un mesaj simplu, concret si convingator. Acestea, insufletesc fotografia si o fac sa respire...
    2. Documentarele...imaginea video inlocuieste milioane de cuvinte, iar anume prin aceste imagini, dumneavoastra faceti ca vizitatorii blogului sa viseze, sa-si imagineze clipe frumoase traite alaturi de eroii filmelor, in imprejurimi si spatii diferite.
    Ma bucur ca V-am cunoscut! Voi lua exemplu! :) Arta fotografica este culoarea trecutului, nuanta prezentului si aripa viitorului :)
    Una opinion desde otro lado del mundo de Diana Rotaru :)

    ResponderEliminar