viernes, 29 de mayo de 2009

De agua y tierras inundadas es mi escencia






Si alguién me pregunta como empezó todo le responderé que con el agua de los pantanos de Nacajuca y las inundaciones de noviembre. Las tierras bajas e inundables, los popales y los cayucos recorriendo enormes distancias, los tambores y flautas de carrizo de Don Fernando y Eleuterio que tocaban un son antiguo y las yerbas medicinales de Don Julio que recorría decenas de kilometros a diario para ver a sus pacientes.
La vida comienza y termina en el agua, en la pesca de mojarras y siembra de maíz en camellones, en una danza de bailaviejo o caballito, en un trago de balché en una jícara ahumada, de una mordedura de nauyaca, en una corriente de agua infinita que arraza con todo...Sí se y conozco de navegantes, y también se que les llamo Chontales porque no hay otros que les igualen. Además son personas de habilidades varias, constructores de embarcaciones, pescadores, inventores de historias, de música y de cantos. Con un profundo conocimiento del medio ambiente, los Chontales tabasqueños poseen una identidad propia, admirable.

El navegante Chontal lo es desde niño. De niño aprende ahuecar un árbol para construir su cayuco, desde niño se atreve a surcar lagunas y pantanos; los recorre de punta a rabo, traza sus rutas imaginarias con precisión asombrosa, tira sus anzuelos y luego regresa con tenhuayacas para la comida. Así, desde niño aprende los cantos del viento y la música del agua...

Desde tiempos inmemorables son los dueños de los pantanos y la costa, porque solo navegando se les podía recorrer y ellos vivian aquí desde entonces.
Con todo, aveces los pescadores no regresan. Una vez me contaron una historia en la que encontraron a 2 experimentados pescadores flotando a la deriva junto a su cayuco en medio del pantano. Fueron los duendes, o los enanos, de esos a los que le cantó Arcadio Hidalgo algún día.


Para mi estas tierras negadas y anegadas son el verdadero ombligo del mundo, eje del universo, matriz de mitos y creencias, centro cosmogónico de todos los tiempos, principio y fin de la vida, hogar y cuna de dioses, del pensamiento la escritura y la palabra. No exagero, el que otros no lo puedan ver no significa que no sea cierto. Yo lo mire de cerca y lo viví en carne propia...


1 comentario:

  1. Querido Toño: me ha dado tanto gusto volver a saber de tí y de tu inagortable labor como documentalista. Me encantaría poder recuperar aquéllos programas que hicimos juntos en TV MAS: Rincones de Veracruz...realmente valen la pena por su riqueza estética y documental. Un abrazo: Frida Mazzotti

    ResponderEliminar