Las cuatro generaciones. Poza Verde en el corazón del totonacapán a través de cuatro rostros con los cuales fue un verdadero placer convivir.
Una gallina atraviesa el portico donde se desgrana el maíz recién cosechado. La cosecha aparece, como en los tiempos míticos, en los tiempos de agradecer cómo los de principios de noviembre.
Los campos cultivados aparecen a los costados de los caminos de la sierra. La tierra siempre proveerá dicen los mayores, pero los muertos siempre vendrán a mirar sus antiguos territorios, me dice un viejo totonaco.
Los costale para la cosecha aparecen cargados para la pisca anual...
La mano que se posa en el maíz recien desgranado... la identidad y el reconocimiento de una presencia ancesta que cobra forma de cualquier tiempo, y me traslada a los tiempos infantiles de la mano delicada que acaricia esta cosecha transformada en granos... como esta mano que ayudó a desgranar también y que se convitió en un querido símbolo.
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